ELIMINAR HORMIGAS

Todo el mundo conoce a las hormigas, ¿pero realmente sabemos muchas cosas de ellas? Se trata de unos seres muy interesantes cuando los vemos en la naturaleza, pero otra cosa es cuando detectamos que están en nuestra casa o en nuestra empresa, aquí empieza el problema.


Las hormigas son una especie de insecto que vive en colonia, y muy bien organizada. Cada hormiguero está formado por miles de hormigas, repartidas en castas, que se reparten de manera muy eficiente las tareas de mantenimiento, protección, reproducción o alimentación.


Las encargadas de buscar alimento son las OBRERAS, además, se encargan también del cuidado de otras hormigas y del propio mantenimiento del hormiguero.

Las hormigas son omnívoras, es decir, se alimentan de carne y de verduras, y tienen predilección por los granos y semillas (porque son fáciles de conservar durante mucho tiempo) y de la melaza de los pulgones, lo que las convierte en grandes aliados en la agricultura ecológica cuando se detecta pulgón en los cultivos.


Las encargadas de la reproducción son los MACHOS ALADOS y por supuesto la REINA, que además, es la encargada de establecer nuevas colonias.
Por último están los SOLDADOS, que son las que se encargan de defender el hormiguero ante posibles amenazas.


La colonia está perfectamente estructurada con estas castas, pero además tienen una comunicación perfecta basada en las feromonas.
Las hormigas tienen una función ecológica muy importante, y es que ayudan a airear el suelo y a descomponer la materia orgánica que hay en este, de manera que son capaces de cerrar los ciclos de materia.

Además, fertilizan el suelo, dispersan semillas y pueden ayudar con los procesos de polinización. Por contra, en espacios urbanos son seres muy molestos, además de ser vectores de enfermedades.

La mejor manera de evitar la entrada de esta plaga en nuestras casas o industrias es mantener una buena rutina de limpieza e importantísimo impedir que puedan acceder a alimentos con facilidad.

Una gran barrera es el uso de botes estancos para los alimentos, en los que es imposible que la hormiga pueda entrar para alimentarse de éste. También es muy importante no dejar restos de comida, ya sea de forma dispersa o en acumulaciones, puesto que esto son grandes focos para la proliferación de las hormigas.

Y como técnica estrella para el control de esta plaga está el sellado de pequeños agujeros, o juntas de azulejos. Si las hormigas no encuentran espacio por el que salir a la superficie, o los espacios son muy duros, las hormigas no aparecerán.

Ahora bien, si es demasiado tarde y ya tenemos la plaga en nuestro hogar o en nuestra empresa, aún hay solución. Puedes buscar los pequeños agujeros por los que salgan y taparlos y a continuación llamarnos para que te ayudemos con el resto.
Uno de los métodos más efectivos es el uso de trampas de ácido bórico y la limpieza con lejía y amoníaco.

 

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